Hace poco estuve pensando… cavilando acerca de varias cuestiones, lo que me di cuenta fue que hay cosas en la vida que suceden porque están destinadas a acontecer; pero qué hay de aquellas que podemos modificar, aquellas que dependen de nosotros…
Mis experiencias vividas y ciertas charlas que he tenido con algunas personas me hicieron llegar a la conclusión de que hay dos tipos de personas; las que esperan a que las cosas pasen (a largo plazo, la vida pasa frente a sus ojos), o las que infieren en los hechos para mejorar las cosas.
Mis experiencias vividas y ciertas charlas que he tenido con algunas personas me hicieron llegar a la conclusión de que hay dos tipos de personas; las que esperan a que las cosas pasen (a largo plazo, la vida pasa frente a sus ojos), o las que infieren en los hechos para mejorar las cosas.
Ahí surgió una interrogante para mi, así que lo primero que hice fue mirarme en mi espejo interior, y me pregunté cuál era yo en ese momento, deseando ser obviamente una; aunque sin entender, luego me di cuenta que estaba en un dilema; no estoy incluida en ninguna de las dos, por lo menos, según mi juicio personal. ¿Será qué cuando no es blanco, definitivamente tiene que ser negro? Alguna escala de grises o algún verdoso oscuro tendrían que haber… entonces ¿¡¡Cómo soy?!!
Es complicado saberlo, tal vez soy muy autocrítica, por ende, para nada objetiva, pero un término medio es poco convencional en éste caso… ¿Me animo a hacer algo por mi misma, a buscar ese cambio que necesito, o por miedo a futuros y (seguramente) imaginarios acontecimientos me “quedo en el molde” y de brazos cruzados?
Luego reflexioné y descubrí que tal vez no hay que aceptarse siempre cómo uno es… cierto que uno no puede estar inconforme con toda su vida, pero a veces, los cambios que uno requiere hacer para si mismo son necesarios, entonces especulé “lo importante no es ser simplemente cómo uno es, sino ser cómo uno quiere ser”… la frase “soy cómo quiero ser” suena mucho mejor a un conformista “soy cómo soy”… porque tal vez no soy de la forma que me gustaría ser… Me enredé demasiado, por ende también pensé que el cambio implica otra visión de la vida y otra posición no sólo frente a los demás, sino que también a uno mismo, de cualquier forma, estoy segura que un mero “yo puedo” es suficiente ¿no creen?.