Del fuego nace y muere, de sus cenizas reencarna y con sus ideas llena el alma

miércoles, 30 de abril de 2008

El sueño

Ayer, extrañamente, soñé que mi mente podía ser artífice de mis propios sueños. Me di cuenta que era una mas de esa masa que pensaba que en realidad podría ser la creadora de los mismos. Noté que ese positivismo, podría entrar en mi mente, que tal vez lograría un cambio… con desesperación echar un vistazo dentro de mi misma, pero advertí que mi escepticismo nunca cambiaría, que no podría tener ni un pensamiento propio… somos como somos, pero lo nos hallamos por un motivo, y siempre lo vamos a ser… todo cambio tiene una causa y consecuencia, demostrarlo puede ser difícil, la modificación no es mental, solo actoral…

Duele no vivir entro de esa idea y pensar a partir de ella… tal vez podría ser mas feliz (aunque depende que signifique la felicidad para cada uno)… soy como soy, y lo principal es que por lo menos tengo una cosa segura: la certeza que nunca, pero jamás, sería una crédula mas, que en la vida llamaría casualidad a lo que ya se que es acto del destino.

martes, 22 de abril de 2008

Rayuela


Envuelto en humo Ronald largaba disco tras disco casi sin molestarse en averiguar las preferencias ajenas, y de cuando en cuando Babs se levantaba del suelo y se ponía también a hurgar en las pilas de viejos discos de 78, elegía cinco o seis y los dejaba sobre la mesa al alcance de Ronald que se echaba hacia adelante y acariciaba a Babs que se retorcía riendo y se sentaba en sus rodillas, apenas un momento porque Ronald quería estar tranquilo para escuchar Don’t play me cheap.
Satchmo cantaba Don’t you play me cheap
Because I look so meek
y Babs se retorcía en las rodillas de Ronald, excitada por la manera de cantar de Satchmo, el tema era lo bastante vulgar para permitirse libertades que Ronald no le hubiera consentido cuando Satchmo cantaba Yellow Dog Blues, y porque en el aliento que Ronald le estaba echando en la nuca había una mezcla de vodka y sauerkraut que titilaba espantosamente a Babs. Desde su altísimo punto de mira, en una especie de admirable pirámide de humo y música y vodka y sauerkraut y manos de Ronald permitiéndose excursiones y contramarchas, Babs condescendía a mirar hacia abajo por entre los párpados entornados y veía a Oliveira en el suelo, la espalda apoyada en la pared contra la piel esquimal, fumando y ya perdidamente borracho, con una cara sudamericana resentida y amarga donde la boca sonreía a veces entre pitada y pitada, los labios de Oliveira que Babs había deseado alguna vez (no ahora) se curvaban apenas mientras el resto de la cara estaba como lavado y ausente. Por más que le gustara el jazz Oliveira nunca entraría en el juego como Ronald, para él sería bueno o malo, hot o cool, blanco o negro, antiguo o moderno, Chicago o New Orleans, nunca el jazz, nunca eso que ahora eran Satchmo, Ronald y Babs, Baby don’t you play me cheap because I look so meek, y después la llamarada de la trompeta, el falo amarillo rompiendo el aire y gozando con avances y retrocesos y hacia el final tres notas ascendentes, hipnóticamente de oro puro, una perfecta pausa donde todo el swing del mundo palpitaba en un instante intolerable, y entonces la eyaculación de un sobreagudo resbalando y cayendo como un cohete en la noche sexual, la mano de Ronald acariciando el cuello de Babs y la crepitación de la púa mientras el disco seguía girando y el silencio que había en toda música verdadera se desarrimaba lentamente de las paredes, salía de debajo del diván, se despegaba como labios o capullos.



Julio Cortázar, Rayuela. 1963

domingo, 20 de abril de 2008

Gorila


Tal vez mi concepción de ellos se desformó un poco por vivir en ésta sociedad, aunque se que si pudiera elegir, no viviría en ninguna sociedad… aunque esto no es sano ni lógico: ¿Qué es sano o lógico en éstos días?...

Y pensé que el Gorila era el más grande de los primates vivos, un animalejo omnívoro que habita en los bosques de África… pero en realidad parece que el pueblo argentino tiene una definición más dogmática del gorila…


Gorila o no, todos estamos yendo a la mierda…CLARO! mierda eres y a la mierda vas… ¿podremos doblegar ese camino?, espero que si. No sería lindo que en cientos de años se nos considere eso, ¿no? ¿O ya nos consideran así? ¿Están tan equivocados?...

sábado, 19 de abril de 2008

Uno y el Universo

ANTEOJO ASTRONÓMICO.


Combinación de dos lentes que sirve para ver objetos lejanos y para refutar a Aristóteles

“El firmamento es eterno, inmutable y sin origen”, había decretado el sabio de Estagira. Galileo se limitó a dar tres conferencias ante mil personas sobre la estrella nueva aparecida en la constelación de la Serpiente. La disputa se exacerbó cuando empezó a escrutar el cielo con su anteojo y a encontrar cosas raras. Primero descubrió las fases de Venus, e hizo notar que ese hecho era la mejor prueba de la hipótesis copernicana. Luego descubrió los satélites de Júpiter, que si bien constituían otra prueba de esa hipótesis eran filosóficamente absurdos: según los aristotélicos un cuerpo en movimiento no podía ser centro de otro movimiento.

El matemático y astrónomo Clavius, de Roma, expresó con sobriedad su opinión sobre el descubrimiento: “Me río de los pretendidos acompañantes de Júpiter”. Otros peripatéticos, más conciliadores, afirmaron que quizá el instrumento mismo producía los satélites; Galileo ofreció diez mil escudos al que fabricara un anteojo tan astuto. La mayoría de los aristotélicos, sin embargo, se negó en redondo a mirar por el tubo, asegurando que no valía la pena buscar semejantes objetos celestes, ya que Aristóteles no los había mencionado en ninguno de sus volúmenes.

En una carta a Kepler decía Galileo: “Habrías reído estrepitosamente si hubieras oído las cosas que el primer filósofo de la facultad de Pisa dijo en mi contra delante del Gran Duque, y cómo se esforzaba, mediante la ayuda de la lógica y de conjuros mágicos, en discutir la existencia de las nuevas estrellas”.

Ernesto Sábato

Calma, estructuralistas

Hay un tipo de beato del estructuralismo que con gusto aboliría la historia, lo que me parece un poco exagerado, cuando advertimos cómo pasa todo, no sólo el Imperio Romano sino la propia moda del estructuralismo. Esa gente enarbola la sincronía como un garrote y al que sale con antigüedades como ésta, un golpe en la cabeza, mientras se profieren palabras como reaccionario, subdesarrollo y oscurantista.

Pero sí, hombre, ya lo sabemos, desde la época en que estudiábamos matemáticas, en la década del 30, mucho antes de que se nos viniera la moda desde París. ¿Cómo no íbamos a saber que "La pasión según San Mateo" o un gusano son estructuras? Tampoco ignorábamos que era una saludable reacción contra los atomistas, los positivistas y los fanáticos del historicismo. Pero se les fue la mano. Vean con la lengua: una realidad en perpetuo cambio, en la que, tarde o temprano -¡oh, diacronía de las ideas!- hay que aceptar el modesto pero demoledor hecho de la transformación de las estructuras, aunque sea como una sucesión de estados sincrónicos; tarde o temprano hay que admitir que en todo estado de una lengua está oscuramente la energía que conducirá a una nueva estructura.

Bueno, por favor, no es tan deshonroso. En suma, que el estructuralismo es válido hasta el momento en que deja de serlo.

Ensayos-Ernesto Sábato

jueves, 17 de abril de 2008

Corazón Celeste







Para Nico,

porque sos una estrellita más

en mi cielo a explorar…



Renacía algo en mi, me fui dando cuenta que me hacía bien, me llenaba, me alegraba… ¿sería lo que pensaba?

Como una flor que después del frío invierno y, al acercarse la primavera comienza a crecer, una nueva esperanza que se sumaba en mi mente; al igual que le surgir de una estrella en un impecable e impoluto cielo, porque, las estrellas mas duraderas, las que no son de fantasía, en realidad son muy pocas…o por lo menos en mi cielo lo son…


Una sonrisa, algunas palabras, un pequeño gesto… me reconforta…una expresión significaba un mensaje de paz para mi cuando mi mente se encontraba en guerra.

Esa fría mañana salí a andar en bici, solitario como solía… pero no me lo permitió, no tenía quien me acompañe hasta que lo vi, hasta que estuvo junto a mi, pedaleando largas distancias… tampoco era tal como mi sombra, pero nadie lo querría así. La emoción, las sonrisas, bromas compartidas… todo a una zona del cerebro, a guardarse con los pocos recuerdos que (esperaba) que sigan prosperando. Así, despacito y con el tiempo, descubrí que había adquirido un amigo, uno diferente (porque todas las estrellas en mi cielo son diferentes), del cual aprendería y al cual le enseñaría, alimentaría mi estrella y vería crecer mi flor… era un nuevo territorio para explorar y ambos estábamos listos.


viernes, 11 de abril de 2008

El Viejo





Todo lo que éstos miraban era en realidad algo superfluo.

A ninguno le importa el interior en éstas épocas, solo les interesaba lo de afuera, la apariencia, el símbolo; ni el significado, ni la esencia, ni la antigüedad valen.

Mientras todos observaban con su acostumbrada obstrucción mental, hacia aquella vidriera, yo me daba cuenta cada vez mas lo lejos que estaba de éstos sujetos (en todo sentido). Nunca volvería a ser como ellos, nunca los entendería, ni ellos a mí; tampoco surgiría de ninguno intentar comprender al otro. ¿Por qué se molestarían en comprender? Después de todo, es obvio que si ellos están ahí y yo aquí es por algo, ya pasé por eso… pero nunca más.

Tal vez crean que no me importa. Tal vez crean que así lo quiero, pero si piensan eso están equivocados. Nadie elegiría este camino. A nadie le gustaría estar en mi lugar en su sano juicio, pero tarde o temprano, casi todos ellos llegarán donde estoy yo, lo veo, lo siento… lo se; tengo esa certeza, aunque se que a ninguno le agradará, y tal vez sólo así me comprendan… si no se ponen en mi lugar es difícil que puedan entenderme…no solo a mi, sino a muchos de los que están como yo.

Sin embargo, llegué aquí y ahora no puedo volver atrás.

La vida es un laberinto, del cual uno a veces puede encontrar el retorno hacia el camino que tomó, otras veces no, y ya no se puede regresar, solo puede continuar hacia delante. Eso me pasó a mi, aunque creo que no estoy tan mal; igualmente, mi laberinto es todo hacia delante, no hay posibilidad de retorno alguno… hasta donde llegué nada puede volver atrás, por lo menos en éste caso.

De todos modos soy feliz a mi manera. Pero ellos no. No entienden. No saben, no piensan.

Para ellos soy solo la sobra, y ellos son lo justo, la medida necesaria. Yo soy solamente algo que no debería ser, mientras que ellos son lo original, lo nuevo, lo actual, lo que sirve y sobre todo, lo que vale, porque yo ya no valgo mas, porque yo ya fui usado y descartado.

Miré hacia atrás. Ya había buscado en cada esquina, no sabía que buscaba, pero cuando lo encontrara me daría cuenta… de cualquier forma no sabía donde recurrir.

Pasé cerca de los tontos que miraban con la boca abierta hacia un nuevo aparato tecnológico del cual no me interesaba nada de nada; no me detuve a mirar, no valía la pena, no volvería a caer en eso.

Era tarde, no reconocía donde estaba y nuevos tontos admiraban el aparato, en babia, parloteando sobre cosas que no entendía y no volvería a entender…. Palabras sin sentido escuchaba yo salir de sus bocas, pero no sabía que significaban.

-Vení, Pepe- me dijo una anciana que de pronto apareció junto a mi- es hora de volver a casa.

Y eso hice.


How





Death is but crossing the world, as friends do the seas; they live in one another still. For they must needs be present, that love and live in that which is omnipresent In this divine glass they see face to face; and their converse if free, as well as pure. This is the comfort of friends, that though they may be said to die, yet their friendship and society are, in the best sense, every present, because immortal.


William Penn, More Friuts of Solitude





jueves, 10 de abril de 2008

La Casa de Asterión

Sé que me acusan de soberbia, y tal vez de misantropía, y tal vez de locura. Tales acusaciones (que yo castigaré a su debido tiempo) son irrisorias. Es verdad que no salgo de mi casa, pero también es verdad que sus puertas (cuyo número es infinito) están abiertas día y noche a los hombres y también a los animales. Que entre el que quiera. No hallará pompas mujeriles aquí ni el bizarro aparato de los palacios, pero sí la quietud y la soledad. Asimismo hallará una casa como no hay otra en la faz de la tierra. (Mienten los que declaran que en Egipto hay una parecida.) Hasta mis detractores admiten que no hay un solo mueble en la casa. Otra especie ridícula es que yo, Asterión, soy un prisionero. ¿Repetiré que no hay una puerta cerrada, añadiré que ho hay una cerradura? Por lo demás, algún atardecer he pisado la calle; si antes de la noche volví, lo hice por el temor que me infundieron las caras de la plebe, caras descoloridas y aplanadas, como la mano abierta. Ya se había puesto el sol, pero el desvalido llanto de un niño y las toscas plegarias de la grey dijeron que me habían reconocido. La gente oraba, huía, se prosternaba; unos se encaramaban al estilóbato del templo de las Hachas, otros juntaban piedras. Alguno, cro, se ocultó bajo el mar. No en vano fue una reina mi madra; no puedo confundirme con el vulgo, aunque mi modestia lo quiera.

El hecho es que soy único. No me interesa lo que un hombre pueda trasmitir a otros hombres; como el filósofo, pienso que nada es comunicable por el arte de la escritura. Loas enojosas y triviales minucias no tienen cabida en mi espíritu, que está capacitado para lo grande; jamás he retenido la diferencia entre una letra y otra. Cierta impaciencia generosa no ha consentido que yo aprndiera a leer. A veces lo deploro, porque las noches y los días son largos.

Claro que no me faltan distacciones. Semejante al carnero que va a embestir, corro por las galerías de piedra hasta rodar al suel, mareado. Me agazapo a la sombra de un aljibe o a la vuelta de un corredor y juego a que me buscan. Hay azoteas desde las que me dejo caer, hasta ensangrentarme. A cualquier hora puedo jugar a estar dormido, con los ojos cerrados y la respiración poderosa. (A veces me duermo realmente, a veces ha cambiado el color del día cuando he abierto los ojos.) Pero de tantos juegos el que prefiero es el de otro Asterión. Finjo que viene a visitarme y que yo le muestro la casa. Con grandes reverencias le digo: Ahora volvemos a la encrucijada anterior o Ahora desembocamos en otro patio o Bien decía yo que te gustaría la canaleta o Ahora verás una cisterna que se llenó de arena o Ya verás cómo el sótano se bifurca. A veces me equivoco y nos reímos buenamente los dos.

No sólo he imaginado eso juegos, también he meditado sobre la casa. Todas las partes de la casa están muchas veces, cualquier lugar es otro lugar. No hay un aljibe, un patio, un abrevadero, un pesebre; son catorce [son infinitos] los pesebres, abrevaderos, patios, aljibes, la casa es del tamaño del mundo; mejor dicho, es el mundo. Sin embargo, a fuerza de fatigar patios con un aljibe y polvorientas galerías de piedra gris, he alcanzado la calle y he visto el templo de las Hachas y el mar. Eso no lo entendí hasta que una visión de la noche me reveló que también son catorce [son infinitos] los mares y los templos. Todo está muchas veces, catorce veces, pero dos cosas hay en el mundo que parecen estar una sola vez: arriba, el intrincado sol; abajo, Asterión. Quizá yo he creado las estrellas y el sol y la enorme casa, pero ya no me acuerdo.

Cada nueve años entran en la casa nueve hombres para que yo los libere de todo mal. Oigo sus pasos o su voz en el fondo de las galerías de piedra y corro alegremente a buscarlos. La ceremonia dura pocos minutos. Uno tras otro caen sin que yo me ensantgriente las manos. Donde cayeron, quedan, y los cadáveres ayudan a distinguir una galería de las otras. Ignoro quiénes son, pero sé que uno de ellos profetizó, en la hora de su muerte, que alguna vez llegaría mi redentor, Desde entonces no me duele la soledad, porque sé que vive mi redeentor y al fin se levantará sobre el polvo. Si mi oído alcanzara los rumores del mundo, yo percibiría sus pasos. Ojalá me lleve a un lugar con menos galerías y menos puertas. ¿Cómo será mi redentor?, me pregunto. ¿Será un toro o un hombre? ¿Será tal vez un toro con cara de hombre? ¿O será como yo?

El sol de la mañana reverberó en la espada de bronce. Ya no quedaba ni un vestigio de sangre.

-¿Lo creerás, Ariadna? -dijo Teseo-. El minotauro apenas se defendió.


gracias a mi profesora Marita también que me hizo apreciar lo que escribió este magnífico autor, todavía no se nada, pero pronto lo haré.

Jorge Luis Borges- La Casa de Asterion

martes, 8 de abril de 2008

Canelo


Canelo

“Todos tenemos algo

que mueve nuestras raíces

desde lo más profundo”


En verdad no sabía lo que estaba pasando.

Era un ejercicio práctico que sucedía a diario desde hacía unos cuantos días… los ruidos fuertes y ásperos duraban horas; sabía que cada vez se acercaban más… no se si era por percepción auditiva o porque en realidad lo sentía… lo presentía en mis raíces. De cualquier forma, ahora se que estaba en lo correcto.

Yo siempre plantado en el mismo lugar y mirando solo desde mi terreno, no podía darme cuenta lo que pasaba a unos cuantos metros… solo podía esperar a que se acerque ese eco profundo, o a sorprenderme por algún comentario que escuché de los amigos cercanos.

Si, es verdad que muchas veces me hice el tonto para con los demás… pero ¿Qué podía imaginar yo en verdad? Siempre paralizado y dentro de mi mundo. Además, ¿a quién le podía pedir ayuda? Si nadie mas veía lo que sucedía, yo no podía hacer nada.

Recuerdo la frescura del invierno cerca de mi… ¿Por qué a nadie le gustaba el invierno excepto a mi?... ¡no me importaba ser pelado o desprolijo! Me importa la frescura contra mi cuerpo… (Aunque entendía que nadie lo veía desde mi perspectiva), me gustaban las frescas y constantes lluvias que me refrescaban aún mas y luego veía desembocar en el río mas cercano.

Lo que siempre me ponía feliz eran los cantos, las rondas, las risas, (a pesar de que esos eran definitivamente en primavera y verano) pero me gustaba sentirme acompañado… creo que me dio siempre fuerza, voluntad y serenidad… y además me sentía privilegiado, porque (aunque yo era uno de los más jóvenes), era uno de los elegidos cuando se trataba de jugar, charlar, tomar mate con bizcochitos o incluso sentarse a leer un libro alguna tranquila y soleada tarde. Consideraba mis amigos a un grupito de niños que siempre me hacían compañía, siempre me abrazaban y jugaban conmigo… ¡tantas historias habré escuchado! Desde las leyendas urbanas, chismes de los adolescentes y confesiones de los más grandes; aunque esos no me prestaban tanta atención, pero yo los quería igual.

Mi favorita era Silvina, ella siempre venía con botellitas de agua desde su casa (que estaba alejada de mi lugar, como todas las demás) y también traía pinturitas blancas para ayudarme con cualquier eventual problema que podría tener. Ella siempre se quedaba conmigo, creo que algunos de sus pensamientos en voz alta eran dirigidos hacia mi, como si esperara que pudiera contestarle, como si se diera cuenta que la estaba escuchando, como si esperara un consejo. Y yo le contestaba… pero era obvio que no entendería lo que le decía… porque de mi boca nunca salió una palabra, aunque desde el fondo de mi ser, yo les respondía con amor.

Lo que me amargaba, y en verdad me entristecía triste eran algunas situaciones que solía presenciar. A veces persecuciones, almas que escondían algo… pero, gracias a Sacháyoj, nunca me pasó como a mi prima Betula, que presenció actos despiadados. Creo que si me hubiera pasado tal cosa, nunca podría haber seguido creciendo o estando tan contento…

Un día, el sonido definitivamente estaba a solo metros de mí, pero no quería mirar, no quería saber que es lo que podía pasarme. Me sentía tonto, inmaduro (aunque si, en realidad era inmaduro… no se si tonto)… esperé un poco y luego me decidí a mirar cuando el ruido bronco y áspero había cesado.

No lo podía creer.

¿Qué demonios había sucedido? ¿Todo esto pasó mientras yo no miraba?, o mejor dicho ¿mientras me hacía el tonto para no mirar?

Mis amigos no estaban allí, ni mis pares, ni los otros, los que jugaban siempre conmigo. Estaba solo. Me sentía desprotegido (y lo estaba en verdad).

Pero… no había nada allí, ni señal de nadie.

Los jóvenes no estaban cerca, seguramente chateando en sus casas, en la casa de algún amigo, descansando, estudiando… pero no cerca de mí… estaba solo, solo de verdad. De cualquier modo, ¿a quién se le ocurriría acercarse a éstas horas? Mañana sábado seguramente vendrían, pero tal vez ya sería demasiado tarde.

Temí por horas, nadie se había acercado, nadie. De cualquier manera, yo sabía que en la oscuridad, ninguno de esos jóvenes saldría de su casa, de modo que no los esperaba… solo un milagro podría salvarme… Pero ese milagro nunca llegó.

Al otro día, Silvina, junto a sus amigos llegaron por la tarde al bosque, era un sábado y, como todos los demás, se había quedado hasta tarde durmiendo. Pero la pereza de los jóvenes tuvo su costo, porque al acercarse vieron que, ni su amigo Canelo, ni muchos otros estaban ya vivos. Las grandes compañías habían ganado, el bosque había sido tirado abajo durante toda la noche y parte de mañana.

Una lágrima corrió por el rostro de cada joven, nunca más pasarían sus tardes en el viejo bosque bajo la sombra de los árboles. Esto sucedía en todo el mundo. Numerosos jóvenes ya lo vivieron, incontables están a punto de sufrirlo.

lunes, 7 de abril de 2008

Razones por las cuales enamorarte




Razones por las cuales enamorarte:



Nunca fui muy romántica ni novelesca, (y no pienso serlo); pero a veces hay algunos beneficios que debo aceptar cuando uno se enamora.

Me di cuenta solo cuando sentí que te perdí (aunque no fue así en realidad), hasta que no supe que no podría tenerte a mi disposición como antes… se que alguna vez podré, pero estoy segura que vas a estar ahí; porque no podés moverte; podrán modificarte, pero nunca cambiarte… tu aroma, tu horizonte, lo que vos me das… nadie ni nada puede dármelo.

La ventaja es que si te enamoras de una persona, ¿quién puede asegurarte que va a estar para siempre?... yo creo que solo Dios podría… tal vez, flasheando yo fui un poquito mas allá, y me enamoré de una ciudad, una zona especial de la cual nunca voy a poder “desenamorarme” porque es Mi Lugar, porque lo amo, porque lo siento dentro de mi, siento que me espera, como yo lo espero… se que no podría transformarse completamente, aunque las personas si… los humanos mueren, cambian, envejecen… las ciudades no, y yo me enamoré de una de ellas.

Puedo decir francamente que me enamoré de Mar del Plata, de aquella ciudad que tanto me dio, que tantos momentos felices me hizo pasar… desde mi barquito hundido hace tantos años frente a Constitución, hasta incluso el puerto, (aunque odie la pesca…) y no solo por boliches, el mar o alguna zona turística. A mi me gusta algo mas, algo que es difícil de explicar, muchos dicen que ésta ciudad es sucia o incluso que se llena demasiado en épocas turísticas… eso es debido a su hermosura, algunos podrán pensar diferente, pero yo siento y se que es mi lugar, y nunca, ningún otro sentimiento va a poder ser mas fuerte que la paz que me da Mar del Plata.

Mirar las olas, recostarme en la arena, caminar por las playas cuando ya todos se fueron, inclusive sentarme por las noches en la playa mas lejana a sentir ése impávido viento que tanto me hace feliz… ¡a mi me gusta usar sacos en verano!… jaja y en Mardel puedo hacerlo (un dato e color obviamente), pero tiene lo que me gusta, al odiar tanto el verano y su calor absurdo, un lugar ventoso, con clima voluble es para mi persona mas tranquilizador que mil píldoras juntas.

Mucha gente siente ese olor, no es cualquier fragancia, sino una específica…, inconmensurable, desigual, diferente…

Pienso que todos tenemos un poco de masoquismo encima… pero la decisión que tomé fue la correcta… te dejé, si… pero por lo humano, por lo que si envejece… pero sí es lo seguro. Al poder elegir entre vos, mi familia y amigos… los elegí a ellos… a los que no me van a dejar, los que están y siempre van a estar, los que también amo … eso no significa que no vaya a volver… (no me refiero simplemente a unas vacaciones), la vida tiene muchas vueltas… y uno nunca sabe cuando una quichinet en La Perla pueda estar esperándote… si uno quiere, puede… si uno lo desea con el alma, lo logra… no es un sueño, es un realidad, un futuro cierto, concreto.

Te amo, si. Con mi vida, porque desde que nací se que (mas que pertenecerme literalmente a mi como a muchos mas en el mundo) yo te pertenezco… no hay que haber nacido en un lugar para saber que perteneces a éste… tenés que encontrar lo que necesitás, lo que te complementa, lo que este lugar te brinda, pero que ningún otro lo hace… y yo lo encontré hace años… desde antes de nacer… te conozco como a mi culo (aunque vos sos una linda ciudad y de mi culo ni hablemos)… pero sin embargo puedo recorrerte todo el tiempo y nunca me aburro…

Un poco exagerado para algunos tal vez, pero bueno. Al que no le gusta q no lo lea… cada uno se expresa como quiere.

Mardel, puede decir de corazón que en verdad te amo .

Y me verás volver…

domingo, 6 de abril de 2008

Tanto Tiempo


Tanto tiempo...

Hace rato no voy a tomar un poco de aire fresco a mi esquina... era un lugar especial porque casi nadie sabía que ese costado tenía tan significante connotación...
Estando ahí respiraba cuando no había oxígeno y temblaba cuando no hacía frío... por abajo pasaban los autos... por la vereda se podía mirar hacia abajo... a cada rato: ruidos... “ruidos ruidosos”, dirían los poco expresivos... pero yo sabía q pasaba aquel transporte llamado como un prócer jaja "PRÓCER" solo para los billetes... para nada mas... como los de ahora...

Lo que si era doloroso era el caminar o el temer de la esquina... “la saliente muy salida”, para los que poco se expresan... éste margen q solo con alguien compartía... pero una simple esquina al fin... el lugar de mis sueños, profético diría yo... todos deliramos con encontrar ese lugarcito "the little spot" diría yo... pienso todos solemos tenerlo... pero a veces no lo encontramos pronto y pasamos una eternidad sin sentir lo q podríamos apreciar en segundos...

Porque lo que vendrá es incierto y va faltando cada ves un poco menos... para vivirlo... para decidirlo... porque nada está escrito hasta q no se decide... y después se cumple... porque no podría estarlo... o tal vez solo use el mismo medio para llegar a la única verdad, que no podrá ser descripta de otra forma mas sencilla y verídica que "el destino"...

Lovelight




Lovelight- Robbie Williams

what am I supposed to do
to keep from goin under?
now you're making holes in my heart
and yes it's starting to show
i've been holding back
is it any wonder?
since you walked right into my life
and interrupted my flow

[chorus]
and I wanna know
baby when you're with me
who do you think you're fooling?
making me feel so sure
turnin your lovelight down again
why don't you let me be?
you don't know what you're doing
making me feel so sure
turning your lovelight down again

(did it again, did it again)

baby i've got to know
are we gonna make it?
laying down beside me tonight
do whatever you feel
baby you're in control
where you gonna take it?
don't you think that I do you right?
you know darn well that I will

[chorus]
and I wanna know
baby when you're with me
who do you think you're fooling?
making me feel so sure
turnin your lovelight down again
why don't you let me be?
you don't know what you're doing
making me feel so sure
turning your lovelight down again

baby you turn the lovelight down
and I don't know
just how long I can stick around
girl I need more
and it ain't just easy girl
but I don't know what I can do
cause I found
it ain't love this time around

keep turning down your lovelight
did it again

sábado, 5 de abril de 2008

Cerrando Círculos- Paulo Coelho

Cerrando Círculos


Siempre es preciso saber cuándo se acaba una etapa de la vida.
Si insistes en permanecer en ella, más allá del tiempo necesario, pierdes la alegría y el sentido del resto.

O cerrando puertas.

O cerrando capítulos.

Como quieras llamarlo. Lo importante es poder cerrarlos. Lo importante es poder dejar ir momentos de la vida que se van clausurando. ¿Terminas con tu trabajo? ¿Se acaba la relación? Ya no vive más en esa casa? ¿Debes irte de viaje? ¿La amistad se acaba? Puedes pasarte mucho tiempo de tu presente revolcándote en los "porqués"; en devolver el cassette y tratar de entender porqué sucedió tal o cual hecho.

El desgaste va a ser infinito porque en la vida, tú, yo, tu amigo, tus hijos, todos y todas, estamos abocados a ir cerrando capítulos. A pasar la hoja. Al terminar con etapas o con momentos de la vida y seguir para adelante. No podemos estar en el presente añorando el pasado. Ni siquiera preguntándonos por qué. Lo que sucedió, sucedió.

Y hay que soltar, hay que desprenderse. No podemos ser niños eternos, ni adolescentes tardíos, ni empleados de empresas inexistentes, ni tener vínculos con quien no quiere estar vinculado a nosotros.

No. Los hechos pasan y hay que dejarlos ir!

Por eso a veces es tan importante romper fotos, quemar cartas, destruir recuerdos, regalar presentes, cambiar de casa. Papeles por romper, documentos por tirar, libros por vender o regalar. Los cambios externos pueden simbolizar procesos interiores de superación.

Dejar ir, soltar, desprenderse.

En la vida nadie juega con las cartas marcadas y hay que aprender a perder y a ganar. Hay que dejar ir, hay que pasar la hoja, hay que vivir sólo lo que tenemos en el presente. El pasado ya pasó. No esperes que te devuelvan, no esperes que te reconozcan, no esperes que alguna vez se den cuenta de quién eres.

Suelta. El resentimiento, el prender su televisor personal para darle y darle al asunto, lo único que consigue es dañarlo mentalmente, envenenarlo, amargarlo.

La vida está para adelante, nunca para atrás. Porque si andas por la vida dejando puertas abiertas, por si acaso, nunca podrás desprenderte ni vivir lo de hoy con satisfacción.

Noviazgos o amistades que no clausuran, posibilidades de regresar... ¿a qué?, necesidad de aclaraciones, palabras que no se dijeron, silencios que lo invadieron. Así puedes enfrentarlos ya y ahora, házlo! Si no, déjalo ir, cierra capítulos. Dite a tí mismo que no, que no vuelve. Pero no por orgullo ni por soberbia sino porque tú ya no encajas allá, en ese lugar, en ese corazón, en esa habitación, en esa casa, en ese escritorio, en ese oficio, tú ya no eres el mismo que se fue, hace dos días, hace tres meses, hace un año, por lo tanto, no hay nada a que volver.

Cierra la puerta, pasa la hoja, cierra el círculo. Ni tú serás el mismo ni el entorno al que regreses será igual, porque en la vida nada se queda quieto, nada es estático. Es salud mental, amor por ti mismo desprender lo que ya no está en tu vida.

Recuerde que nada ni nadie es indispensable. Ni una persona, ni un lugar, ni un trabajo, nada es vital para vivir porque cuando tú viniste a este mundo llegaste sin ese adhesivo, por lo tanto es costumbre vivir pegado a él y es un trabajo personal aprender a vivir sin él, sin el adhesivo humano o físico que hoy te duele dejar ir.

Es un proceso de aprender a desprenderse y humanamente se puede lograr porque, te repito, nada ni nadie nos es indispensable. Sólo es costumbre, apego, necesidad. Pero... cierra, clausura, limpia, tira, oxigena, despréndete, sacude, suelta...Hay tantas palabras para significar salud mental y cualquiera que sea la que escojas, ¡te ayudará! definitivamente a seguir para adelante con tranquilidad.

viernes, 4 de abril de 2008

Soledad más allá del tiempo


Ese nevado dos de noviembre, atravesé el umbral y ahí estaba…

Todo pasó tan rápido que no me percaté de que sucedió ni cómo.

Nunca lo hice, ni quise hacerlo. No servía de nada pensarlo ahora. Ya era tarde. Ese período encarnaba sólo un triste pasado para mí. Únicamente sabía que, si todavía sentía algo, era una espeluznante y desmesurada soledad más intensa a la que estaba acostumbrado.

Me impresionó mucho ver a ése que se parecía a mi, a tal punto que una correntada de recuerdos azotó mi mente, y dentro de ella surcaron las extraordinarias y prudentes palabras que mi madre me había dicho hacía cuantiosos años:

-No mires lo que no querés ver- farfulló esa tarde de un imperturbable veinte de mayo.

Y eso hice. Me di vuelta e intenté dejar de mirarlo.

Fue difícil, porque su oscuro atuendo me llamó la atención. No me había dado cuenta de la forma tan maravillosa en la que esa tez se ajustaba a la indumentaria oscura. De cualquier forma, era indudablemente tarde, no serviría de nada. Dejé de verlo, ya que me impresionaba. Sólo observé, por encima de todo, lo que iba aconteciendo.

El tiempo estaba tan parsimonioso como las personas que entraban y salían de la habitación. Pero no me inquietaba, después de todo, estaba magníficamente desocupado a partir de aquel día.

Después de un incalculable tiempo, sentí tanto hastío que ya no me daba cuenta de lo que pasaba allí abajo, nuevas sensaciones estaban colmando mi amolada mente; sólo cuando percibí esas tres formidables palabras, puse atención de nuevo:

-descanse en paz- sollozó una tía lejana.

Eso era todo lo que quería.

Me di vuelta y salí volando.

miércoles, 2 de abril de 2008

Lo que hoy vi


El día de hoy fue diferente a muchos… fue un día en el cual si tuve un motivo por el cual sentirme mal, por el cual incluso llorar o al menos amargarme…

Como cualquier joven, viajo en el tren escuchando tranca mi mp3… salgo un ratito del mundo… escucho música y miro el pasar del “interesante” paisaje mientras voy a casa… no suelo ver ni percibir muchas cosas, estoy en mi mundo… pero hoy fue diferente… hoy escuché algo, una voz… una sensación diferente… levanté la vista (en realidad ni recuerdo donde estaba posada mi mirada) dos hombres habían subido al tren y uno hablaba mientras el otro repartía algo… entre los amorfos sonidos musicales que resonaban en mi mente, algo me hizo escuchar parte del discurso del hombre que estaba parado… eran sobrevivientes de Malvinas…

Se me puso la carne de gallina al verlo. ¿Por qué? Si es una persona normal… es un ser humano, un tipo parado hablando y uno repartiendo algo, ¿no? Como mucha gente en el tren, claro…

Un tipo que a mi edad, en lugar de estar yendo a estudiar, jodiendo con sus amigos o escuchando música, estaba cagándose de frío, viendo cosas que no cabían en su mente y luchando por su vida con un arma que no disparaba…un flaco que vio de todo, que tuvo frío, hambre y fue torturado física y psicológicamente… un tipo que se bancó vivir ese congelado infierno, y volver al infierno de lo cotidiano que nunca volvió a ser igual… donde nadie le da el valor que merece, nadie lo mira, nadie lo entiende… un tipo que se tuvo que hacer hombre a la fuerza… que fue a la loma del orto solamente a ver compañeros morir y a perder una guerra… (Porque obviamente, si mandas a gente que no tiene experiencia, de corta edad y con armas que no andan nunca podrías suponer que ganarían, ¿no?)

Y yo en una fracción de segundo pensé “¿en verdad, un hombre que pasó por todo eso tiene que estar pidiendo monedas en un tren?”.

Me bajé del tren… avergonzada… pero ¿por qué?... si no les hice nada… vergüenza propia y ajena supongo… ahora lo que me pregunto es: de todos los que mañana no trabajan o estudian… ¿muchos saben cual es el significado de éste asueto?... mas que nada, no es importante la fecha, sino el hecho… sino tener presente lo pasado… ¿Por qué? Porque sino tenés en mente lo que pasó, nunca vas a poder evitar lo que podría pasar… mas importante de acordase la fecha, es recordar el hecho y a la gente.

A mí siempre me gustó historia… más allá de lo ñoña que era en el colegio… (Gracias a Dios, ¡esa etapa en mi se pasó!) lo que me hace apegarme mas a ése saber, ese gusto por lo pasado es saber lo que pasó, conocer los hechos e impedir que se repitan muchos de ellos…

Aunque soy joven y no se nada de la vida, ni del sufrimiento real, ni de lo que me puede o no esperar, hay una conmoción que uno siente al ver hechos que son pasados de ser percibidos de ésta forma, y duele en el alma ver que hay cosas que no deberían ser olvidadas jamás.